GUSTAVO ZAVALA


A fines del mes de marzo de este 2022, una larga enfermedad le venció la partida al líder de Tren Loco y S.U.R. Para recordarlo, además de contar algunos aspectos de su carrera profesional, le pedimos a dos de los guitarristas que participaron hasta último momento en estos dos proyectos, que le dedicasen algunas palabras.

A fines del mes de marzo de este 2022, una larga enfermedad le venció la partida al líder de Tren Loco y S.U.R. Para recordarlo, además de contar algunos aspectos de su carrera profesional, le pedimos a dos de los guitarristas que participaron hasta último momento en estos dos proyectos, que le dedicasen algunas palabras.

Leyenda del heavy metal nacional, Gustavo Noe Zavala fue el fundador, bajista, tecladista, autor y compositor principal de bandas como Apocalipsis, Tren Loco, y S.U.R. (Somos Una Rebelión), además de participar de La Bestia, banda tributo a Iron Maiden. Su extensa trayectoria lo llevó, entre otras cosas, a grabar más de treinta discos, a escribir cuentos de ficción y realidad fantástica, y a fundar junto a Diego Boris, Osvaldo Padrevechi y otros músicos la Unión de Músicos Independientes (UMI), que luego se transformaría a nivel nacional en el Instrituto Nacional de la música (INAMU).

EL TREN NO PARA
Creo que Gustavo legó muchas cosas al metal latinoamericano. Si tengo que referirme a él, debo ir más allá del bajista.
El loco supo tejer una relación auténtica y estrecha con su público. No era un tipo de camarines. Era común verlo antes y después de los shows socializando, compartiendo el momento, charlando con su gente. Eso lo acercó de otra manera. Por ello, su público sintió la pérdida como la de un familiar. Era el ídolo cercano, accesible, el que siempre te recibía bien.
Sus letras y su música inspiraron generaciones. Me llevo su ejemplo de perseverancia implacable, su enfoque permanente, y su incansable inquietud creativa.
Hasta el último momento se preocupó por dejar las cosas en marcha. “El Tren no para nunca”, eran sus palabras. Durísimo... un campeón. El metal perdió a uno de sus principales referentes, y yo a un amigo de décadas.

Pablo G. Soler

UN DÍA EN LA VIDA
Hoy es viernes a la noche. Siento muchísima tristeza. Cierro los ojos y comienzan a llegar a mi mente muchísimos recuerdos y sensaciones de mi entrañable amigo Gustavo Zavala. Fue un ser que hacía que el mundo fuese más lindo gracias a su música, su arte, y algo muy notable y cálido ¡su pasión! Era un artista apasionado.
Lo conocí en los finales de la década del ’80. Nuestra amistad nació del amor a la música. Recuerdo momentos mágicos, como estar en un micro de gira o en el estudio de grabación teniendo charlas apasionantes sobre la banda que había tocado su corazón y le había marcado el camino de la música: Los Beatles. Charlábamos sobre cómo lo habían inspirado para la grabación de muchos de los temas de Tren Loco.
Tengo uno de los recuerdos más lindos, cuando un día me llama entusiasmadísimo y me dice: “viene Geoff Emerick, el ingeniero de sonido de Los Beatles”. Él venía a dar una clínica en la Biblioteca Nacional, en la cual  revelaría los secretos de la grabación de Abbey Road. Fuimos como dos chicos, y pasamos un momento inspirador. Cuando salimos, Gustavo tenía miles de ideas creativas para hacer en el estudio. Cuando fui a su casa, me mostró orgulloso su colección completa de vinilos de Los Beatles. Y lo mejor de todo, es que era una persona que te llenaba el corazón.
Gustavo Zavala fue un tipo generoso y un luchador que le hizo muy bien a la música y a los músicos. Hasta el último minuto, estuvo con su alma y su energía puesta en proyectos artísticos y en vivir la vida de una manera muy intensa. Personalmente me siento muy afortunado de haberlo conocido, y de haber tenido una amistad muy especial. Siento que de él aprendí muchísimo en todo sentido, y siempre le voy a estar agradecido por eso.
Lo sentía siempre muy cercano. Su arte es notable. Dejó una marca en la historia del metal argentino y latinoamericano. Su legado musical como bajista y como compositor está grabado en el sonido de estas pampas.
Y como dice una de sus frases favoritas, que está en el último tema del último disco de Los Beatles: “...el amor que das es igual al amor que recibes”. Gustavo querido, te vamos a extrañar mucho. Buen viaje, hermano de la vida.

Adrián Subotovsky

 



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