Pasamos revista a un bajo que cuenta con un particular sistema de pickup, que tanto por su performance como por su audio, es un instrumento que se las trae.
Recuerdo que una de las primeras veces que vi un ATK de Ibanez fue en los ’90, en las manos del bajista de los Spin Doctors, aquellos de “Little Miss can’t be Wrong”. Investigando, descubrí luego que a través del tiempo se hicieron distintas variantes del ATK, con cuatro y cinco cuerdas. En la actualidad, el ATK 200 se presenta como un bajo que se sitúa entre la serie básica Gio y la Prestige profesional.
Voy a empezar diciendo que el ATK200, ¡es un bajo que se las trae! Ofrece una gran variante de audio que sin dudas, invitan a tocarlo. Este bajo cuenta en el puente con el micrófono CAP-DH Double Humbucker original de Ibanez, que ofrece tres sonidos distintos, perfectos para todos los estilos de música. Existen dos bobinas humbucking dentro del pickup, lo cual minimiza el posible hum de los 60 ciclos en cada una de las posiciones (mango, puente y combinados). El mismo se encuentra embutido en un chapón que sería como la extensión del puente.
Son en general cuatro potes los que trae este modelo. El volumen se encuentra arriba, y los tres potes de abajo son de boost/cut de los agudos, medios y graves, con punto medio para regular. Al costado verán una llave selectora de tres posiciones que permite variar el color del audio, seleccionando entre las bobinas del pickup. Si bien todas estas posibilidades llevan su tiempo de busqueda, auditivamente son fáciles de diferenciar, lo cual resulta muy práctico para su uso en vivo. Más allá de todo cambio de posiciones, el ATK 200 tiene en general un sonido brillante y definido, logrando en cada toque mucha claridad en la ejecución.
