Guillermo Vadalá

Ahora estoy acá en Miami con mi escuela “Let it Beat! Music Academy”, que incluye siete aulas, junto con dos más para clases grupales y un estudio de grabación. También hago sesiones con músicos que vienen de Venezuela, Ecuador, Perú, Colombia, etc. Y en general, soy como una especie de representante de la tradición argentina de rock. Es como que uno está dentro de un trencito que tuvo y tiene a esos líderes como Spinetta, Fito o Cerati, quienes dejaron una marca indeleble. Entonces, al ser argentino y haber vivido todo eso, ya que tuve la suerte de trabajar con muchos de esos grandes, ahora vienen bajistas y me dicen: “…que grande Guille, ¿puedo sacarme una foto con vos?, yo te escuchaba en los discos de Fito”. Y uno ata los hilos -yo ya tengo casí 50- y claro, este pibe cuando era un nene, se salteó la generación de bajistas anteriores. Él arrancó escuchando los discos que grabé yo.

La verdad que haber estado ahí con esa cantidad de músicos, desde el Mono Fontana a Lito Espumer o Jota Morelli, que fueron mis mentores… Esos fueron los tipos con los que yo entré al mundo profesional, ocupando un puesto dentro de los bajistas de elite en Argentina. Yo era un pibe de 18 años ocupando esos zapatos, y ellos me dieron toda la confianza para que me conviertiera en lo que soy hoy.

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