Sean Beaven

Nunca es demasiado…

Este productor, compositor, ingeniero y multinstrumentista, además de tener su propia banda llamada 8MM, ha trabajado con Nine Inch Nails, Marilyn Manson, System of a Down, Slayer, No Doubt, y produjo “Chinese Democracy”, el último disco de Guns ‘N Roses.

¿Por qué debería, yo cómo banda, contratar a un productor?

Es posible que una banda tenga las habilidades necesarias para componer e interpretar su música, y quizás también en impartir su personalidad dentro de sus arreglos, pero necesitan de alguien de afuera de la banda para que los ayude en el proceso de grabación, contrate al equipo adecuado para armar el disco, alguien que sirva como nexo entre el grupo y el sello discográfico, alguien que tenga una perpectiva fuera de la banda en cuanto a la calidad del material en cmparación con otras bandas profesionales. Además, alguien que tenga la experiencia en la que ellos puedan confiar para tomar las decisiones creativas correctas. Las bandas deberían elegir un productor que haya hecho un trabajo que ellos admiren, porque de esa forma sabrán que pueden confiar en su opinión. Un buen productor actúa como un filtro de gustos y un socio creativo, un espejo y un microscopio, una caja armónica y un psicólogo. Por suerte, ¡yo amo todos esos trabajos!

Como productor ¿trabajás más con las canciones o con el sonido de la banda?

Tiendo en poner mucho énfasis en el sonido y la “vibra” del disco en sí mismo. Algunas veces, esto significa el desarrollo de un sonido que se transforme en característico para una nueva banda o en extender la paleta sonora ya establecida por el artista, o hasta reinventar el sonido para llevarlos a donde ellos quieren llegar. Las canciones son realmente importantes también, y yo trato de asegurarme de que sean gancheras o de que se entienda el mensaje que la banda quiere dar con ellas. Al final, l melodía lo es todo, pero algunas veces, el viaje puede ser también el mensaje.

¿Cuál es usualmente el proceso luego de que alguien te llama para producir un disco?

Repasamos el presupuesto y decidimos qué es lo que se puede hacer con el dinero disponible. Reservo el estudio, veo el equipamiento, hacemos demos de las canciones para asegurarnos de que estamos en la misma página en lo que a ideas se refiere, y hacia donde quiero me gustaría llevar el material.

También vemos si estamos de acuerdo en alquilar una sala para hacer la preproducción. Aquí es cuando nos sentamos con los instrumentos y pasamos los temas, haciendo cambios en los arreglos, ajustando las partes o quizás escribir algo mejor, y asegurarnos de que todos tocan juntos y se escuchan unos a otros. Aquí es cuando las ideas cobran vida. Después de una semana de trabajo, llegamos al estudio y conseguimos los sonidos. Siempre me gusta grabar las bases con todos tocando juntos, como para que se sienta la energía y la magia. Cuando esto está bien, te das cuenta enseguida.

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