Walter Giardino

Al infinito y más allá….

Rata Blanca, la banda que puso al heavy rock argentino en el mapa latinoamericano, festejó los 25 años de la edición de su primer disco, reuniendo a su formación original. En la entrevista, Walter Giardino nos cuenta acerca de la gestación de este reencuentro, y cómo fueron aquellos primeros tiempos del grupo, además de revelarnos, entre otras cosas, los secretos de la composición.

Había que festejar el hecho de cumplir 25 años. A mí me parecía justo que los chicos estuviesen en el Vorterix (18/08/2012), aunque sin anunciarlos, como fue que sucedió, porque yo no quería especular con eso. También sirvió como termómetro para ver dónde estábamos parados, qué era lo que pasaba sobre el escenario. Si tenía sentido, además de ver la posibilidad de concretar lo que después fue una realidad, que fue el show del Malvinas Argentinas con la formación original presentando “Rata Blanca”. Y esa magica de tocar juntos, esa alquimia de hacerlo, sigue estando en su mismo punto.
Antes que nada, para aquella vez en el Vorterix donde subieron Gustavo (Rowek), Sergio (Berdichevsky) y Saúl (Blanch) no hubo ensayos. El ensayo fue: “vamos a tocar estas canciones”. Fue muy honesto y natural. La idea en el show del Malvinas fue hacer los temas tal cual. Creo que cambiarlos ahora no tiene mucho sentido. Me parece como medio inoportuno. De todas maneras, los temas no suenan igual, han pasado muchos años y muchas cosas. Pero sí respetamos las estructuras y el espíritu de los temas, para que la gente los pueda disfrutar como a mí me gustaría, estando en el lugar del público.
En cuanto a volver a tocar con otra guitarra en la banda, el sonido se pone un poco más grueso, y se nota más la base. Igualmente, desde que estamos con una sola guitarra, me costaría muchísimo adaptarme a una base pareja como la que hacíamos antes en Rata. Ahora improviso muchísimo.

SUEÑO CALLEJERO

En reencuentro con Saúl fue bárbaro. Él tiene todo mi respeto y gratitud dentro de la carrera de Rata Blanca. Es una persona que hizo lo mejor que pudo en su momento. Al ser mayor que nosotros, él vivía otra realidad. Mientras que nosotros éramos cuatro locos buscando tener una banda que funcionara, él ya tenía una familia que mantener. Entonces, su realidad era muy distinta a la nuestra. Y eso se notó en los primeros conciertos, cuando se tuvo que ir, y también cuando grabó el primer disco y también se tuvo que ir. Era una época difícil, no se ganaba dinero. Saúl nunca fue un tipo complicado ni irrespetuoso. Estuvo cuando tuvo que estar. Como por ejemplo cuando el cantante que tenía que cantar el disco se quedó sin voz y lo llamamos por teléfono. Se le explicó la situación y lo hizo. Y yo siempre voy a estarle agradecido por eso, porque podría no haberlo hecho ¿no? Hizo su trabajo, más allá de un dinerillo que pudimos rescatar de la compañía, que tampoco fue la gran cosa. Esa relación con él siempre fue muy cordial. Lo mismo con Sergio y con Gustavo, más allá de que la relación con ellos haya sido más intensa, por el tiempo que pasamos juntos.

ROMPIENDO EL HECHIZO

Algunas de las canciones de “Rata Blanca”, el primer disco, habían sido escritas cuando yo todavía estaba en V8. En realidad, yo llegué a mostrarle a Miguel Roldán (N. de R: cuarto y último guitarrista de V8) “Rompe el hechizo”, a lo que él me dijo: “vos estás loco si querés que toquemos esto” (risas). Así que cerré el cuadernito y me fui. Ahí empecé a darme cuenta de que iba a suceder otra cosa en mi vida. Toda esa serie de canciones fueron grabadas como demo: “Gente del sur”, “Chico callejero”, “Rompe el hechizo” y “La bruja blanca”, un tema que nunca vio la luz. Ese demo fue grabado con Gustavo Rowek en batería, Yulie Ruth (Alakran, Pappo) en bajo, y algunos temas los cantó Rodolfo Cava, el primerísimo cantante de Rata. Con esos demos, la idea era grabar las canciones, no formar Rata Blanca. Lo hice para probar suerte, enviarlas a algunos lugares de Europa donde me las habían propuesto, y ver qué pasaba. La persona que me lo había propuesto era Roberto Cosseddu (N. de R: bajista de Kamikaze y hoy manager de Horcas), que en aquel momento tenía una disquería en Flores. Él fue quien me alentó para que hiciera eso.

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