A diferencia de los distintos modelos de pedales de distorsión, el fuzz propone un sonido definido y muy característico. A continuación ponemos a prueba dos modelos de una misma marca.
Comencemos este reporte explicando que básicamente tres tipos de distorsión en lo que a pedales se refiere: el overdrive o saturador, el distortion o distorsionador, y el fuzz. Cada uno posee cualidades y sonoridades bien diferentes. El primero es muy suave, y se aplica por lo general sobre la saturación de un ampli, para lograr que las notas se “peguen” un poco más entre sí. Así lo usan Zakk Wylde, Y. Malmsteen, Santana, y tantos otros. El segundo es el que se aplica sobre una señal limpia, ya que su característica es justamente, la de producir distorsión. El grado de la misma dependerá del modelo del pedal en cuestión. Por último tenemos el fuzz, que es como un distorsionador, pero con un registro mucho más crudo, y una señal más áspera y aserrada.
En esta oportunidad, vamos a testear dos fuzz de la marca Biyang, correspondientes a dos líneas distintas.
FUZZ STAR FZ-10 El Fuzz Star pertenece a la serie Baby Boom de Biyang. Esta serie presenta un formato reducido (6 x 11 x 3 cm), similar al de la marca de las tres consonantes, ideal para pedaleras llenas de efectos. El Fuzz Star presenta una construcción metálica a prueba de escenarios violentos, con tres perillas de control con estilo vintage, y un footswitch true bypass. Sus tres controles son: Level, Tone y Fuzz. Este pedal incluye asímismo, un switch de tres posiciones para seleccionar el tipo de fuzz deseado: Normal, Bright, Warm. Junto con la entrada y la salida que se encuentran una a cada costado, el pedal trae en el extremo superior la salida para una fuente externa, y el acceso para la batería de 9V, localizado en su base.
A diferencia de los distintos modelos de pedales de distorsión, el fuzz propone un sonido definido y muy característico. A continuación ponemos a prueba dos modelos de una misma marca.
