Walter Giardino

Guerrero clásico

Con sus 26 años de historia, Rata Blanca es sin dudas la banda de rock pesado más popular de Argentina, habiendo llevado su música a toda Latinoamérica, a EE.UU. y España. Su líder y fundador es un verdadero “guitar hero”, con un estilo que entremezcla el rocanrol con lo neoclásico. A lo largo de esta charla, Walter Giardino habla acerca de Rata, de su sonido, de la composición, y sobre su papel como líder de una banda de rock.

Hoy por hoy, me atrevo a decir que no escuché en el mundo a una banda que haga temas propios, no covers, con un sonido que baje del estilo Purple, como Rata Blanca. Fijate que si bien sí sucedió con el legado de Led Zeppelin, no ha salido de la cultura Deep Purple una banda que puedas decir: “…tal banda”. Después de Purple, lo más parecido puede haber sido Alcatrazz.

Mirá, a veces pienso y me da bronca, cómo nos pasaron por arriba… Rata es una banda Latinoamericana ¿no? Salimos de la Argentina y a veces te da un poquito de bronca, cómo otros países nos superaron en su vigencia. Si vos tenés a una banda, que puede ser Rata o cualquiera, que es un exponente máximo de su país, y a eso no lo alimentás, lo que hacés es cercenar a la generación que viene después, y a la otra y a la otra. ¿Qué pasa? Ese espacio que desde Argentina se le niega a la banda por equis motivo, que en un 99,9% se llama estupidez, es un mal muy grande que se le hace a toda la música del país. Fijate que Rata Blanca tuvo nominaciones para el Grammy Latino 2009, que no es poco, y nos ganó… cualquiera. Y eso tiene que ver directamente con el empresario argentino, con los medios argentinos, que se encaprichan con una banda que vende humo del Caribe, y vienen acá y son lo máximo (risas). ¿Por qué no ponés a una buena banda argentina? Y… no es cool, no es freaky, te dicen. Entonces, todo ese camino que yo viví, lo sabemos nosotros solos. Muchas veces, cuando uno lo explica, la gente se te queda mirando sin entender. Lo que hacemos las bandas argentinas es mostrarles a los otros cómo se hace, para que ellos después nos c***n. ¡Somos tontos! No importa, seguiremos pateando al arco, que alguna vez la pelota va a entrar.

Cuando viajamos, lo que veo es que la actualidad que se vive en el exterior es parecida a la actualidad que vivíamos nosotros en los ’80, con respecto a algunas bandas de afuera. Ellos venían y nosotros estábamos pensando dos discos atrás. Es parecido, con la diferencia que Internet nos ayuda mucho en ese aspecto. Lo que pasa es que los trabajos de promoción de los temas no son como debieran, porque las compañías todavía siguen dormidas, en ciertos aspectos, porque no se dan cuenta de cosas que tienen delante de sus ojos. En la última gira, en Bogotá por ejemplo, el operador de sonido en un momento me dice: “No los escuchaba…” por la participación de la gente ¿no? Y eso habla bien de las canciones.

COMPOSICIÓN HONESTA Somos parte de un estilo que uno adopta, y a partir del cual uno compone. Fijate que eso ha pasado hasta en la música clásica. Rata Blanca es un clásico vigente. A pesar de ello, de a poco nos estamos liberando de ese yugo fundamentalista que es el heavy metal. Nos gusta explorar distintas emociones, y mostrárselas a la gente para que pueda apreciarlas. ¿No te gusta? Bueno, esperá al próximo tema… Mozart ha compuesto desde sonatas hasta requiems. Alguna te hace divertir y otra te hace llorar por lo que logró. Creo que las canciones son el secreto de este nogocio. Lo podés buscar o lo podés encontrar. Si lo buscás, creo que es más complicado. Yo no creo en buscar, las cosas suceden… Por ahí, te baja un estibillo, mirás para arriba y decís: “gracias, éste va a la radio”. Si no, hacés un disco que no tenga un hit, no lo sé. Uno no se pone a componer basándose en una fórmula. Se lanza a la experiencia que tenga por delante, y ojalá hubiésemos podido tener una carrera que nos hubiese permitido lanzarnos más. Estamos en un equilibrio, donde pareciera que tenés que ser infalible ¿no? Y realmente creo que con más relax, podríamos haber hecho otras cosas. Lo importante es ser honesto con lo que uno hace. A veces me dicen: “¿por qué no ponés las guitarras más fuerte en las mezclas?” ¡Si subo la guitarra arruino la mezcla! No me estoy dando más prestigio sino que estoy arruinando la canción. Voy detrás del resultado en su totalidad. Si cuando escucho la mezcla y hay algo que no me gusta, por más que lo haya compuesto yo y que a mi entorno le guste, soy bastante jodido en ese aspecto. Si no me gusta, no me gusta. Lo mismo, si la idea de alguien me gusta… ahí está.

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Marcelo Roascio


 
 
 
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